miércoles, 17 de marzo de 2010

Cuando llega la noche
siento que el mundo se me viene encima...
Y me falta el aire... y las fuerzas.
Quisiera desaparecer. ¡El silencio es ensordecedor!
Qué horrible sentir que ya no hay nada más que se pueda hacer.
Luego cierro los ojos e imagino lo inimaginable...
Lástima, sólo son sueños...
y yo aún no me encuentro ni en la realidad.

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